Hoy vamos a explicaros una de las técnicas más novedosas en fisioterapia y que mejores resultados da: la punción seca.
La punción seca consiste en introducir una aguja de acupuntura en un punto gatillo miofascial (PGM) y de esta manera desactivar este punto e interrumpir la señal dolorosa. Pero para que lo entendamos mejor vamos a explicar qué es un PGM.
Un punto gatillo miofascial o PGM es un punto hiperirritable dentro de una banda tensa del músculo. Lo que comúnmente podemos llamar «nudo». Estos puntos gatillo se activan normalmente por una sobrecarga aguda o mal movimiento, por fatiga, por sobreesfuerzo, por un traumatismo directo, por enfriamiento e incluso por estrés emocional.
Estos puntos gatillo presentan dolor local cuando aplicamos presión sobre ellas pero también presentan dolor referido o a distancia. Este punto es muy importante porque muchas veces nos duele una parte del cuerpo , que por mucho que nos toquemos no encontramos el dolor y resulta que es porque el origen de ese dolor es un PGM que está en otro sitio. Vamos a poner dos ejemplos:
- Infraespinoso: este músculo se encuentra en la escápula y cuando sus PGM se activan da dolor en el hombro y a lo largo de todo el brazo llegando incluso a la mano.
- Recto anterior: se encuentra en la parte anterior de la cadera pero cuando su PGM se activa da un dolor en la rodilla.
En ocasiones el dolor que producen puede llegar a ser severo, siendo muy incapacitantes.
Muchos pacientes desechan la opción de la punción seca por miedo al dolor. No vamos a mentir: es una técnica dolorosa (perfectamente soportable), pero no mucho más que la opción manual. Un músculo en mal estado, tenso, contracturado, acortado o rígido va a doler al tratarlo con la técnica que sea. La diferencia está en que mediante una buena exploración por parte del fisioterapeuta y una punción adecuada la recuperación es mucho más rápida y duradera.
Para resolver cualquier duda sobre este tema podéis contactar con nosotros.
Fysium Fisioterapia y Osteopatía en Calpe